jueves, 22 de septiembre de 2011

EU: ¿Indignados?
John Saxe-Fernández, la jornada, jueves 22 de septiembre de 2011.
M

ichael Bloomberg, el alcalde de Nueva York, acaba de advertir que si la crisis nacional de desempleo no se resuelve pronto, podrían ocurrir tumultos callejeros:Tenemos muchos recién graduados de universidades que no encuentran empleo. Eso es lo que pasó en El Cairo. Eso es lo que pasó en Madrid. Uno no quiere este tipo de alborotos aquí.

Analistas de distintas posturas concuerdan, desde Thomas Kocham, del MIT, hasta Immanuel Wallerstein, de Yale. Al primero le sorprende que todavía no se hayan dado hechos más visibles de descontento. Nuestro público es muy tolerante. No se inclina al desorden civil, pero con esta economía, los tiempos ya se agotaron.

Para Wallerstein, la incertidumbre y el caos rondan por doquier. Plantea que es irreversible el deterioro del dólar como moneda de reserva mundial: era el último poder serio que mantenía Estados Unidos, dijo a Sally Burch (http//:alainet.org), y agregó que los daños son hechos concretos, la situación de Estados Unidos es grave y no es recuperable. En lo doméstico señala que pequeñas urbes están entrando a la bancarrota y, por ejemplo, no pueden pagar las jubilaciones, al tiempo que con rapidez se deteriora la situación de la clase media: quienes perdieron su empleo no hallan otro, en especial las personas entre 40 y 60 años, que llegan incluso a perder sus casas.

Para Wallerstein la situación en Estados Unidos va a empeorar por el freno republicano al gasto público. Se gesta un deterioro mayor: “La fantasía delTea Party –advierte– está llevando a Estados Unidos, y por lo tanto a todo el mundo, en dirección de un crack”.

El desgaste económico-social interno es agudo: por más de 36-40 meses el desempleo crónico ha permanecido muy alto, en 9 por ciento, según se refleja en las cifras del Bureau of Labor Statistics (BLS), cuya metodología, que consideraajustes estacionales y otros manipuleos, maquilla la realidad para que no luzca tan mal. La permanencia del desempleo de largo plazo no se registra a estos niveles desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y es equiparable al de la Gran Depresión.

Según John Williams (Shadowstats. com) la extraordinaria severidad y duración del embate económico en Estados Unidos durante los últimos tres a cuatro años ha desestabilizado los ajustes estacionales utilizados en las cuentas mensuales del BLS de ciertas series estadísticas. Después de 1994 se hicieron ajustes a la metodología. Williams recuerda que según el procedimiento estadístico utilizado ahora, después de que alguien ha estado desempleado por más de un año, ¡deja de estar incluido en las cuentas gubernamentales!, por lo que si el desempleo fuera computado como se hacía antes de 1994, entonces la cifra verdadera de desempleados sería de 22.2 por ciento.

Pero además de que el desempleo es crónico y en realidad muy alto, un estudio de Lawrence Mishel, del Economic Policy Institute (EPI), muestra una sustancial declinación en el patrimonio de la clase media y otros grupos como los afroamericanos, cuyos hogares son su principal riqueza: el valor de los bienes familiares es ahora más bajo de lo que era en 1983, hace una generación, mientras la riqueza de los sectores de altos ingresos tuvo gran expansion (www.epi.org). Téngase presente que esta es una tendencia de largo plazo y que con ello permanece y se agudiza la polarización social. Mishel muestra que 5 por ciento de las familias más ricas captaron cerca de 82 por ciento del crecimiento total de la riqueza registrado entre 1983 y 2009, mientras 60 por ciento de los hogares contaban con menos recursos que en 1983. Peor aún, otros estudios de EPI muestran que el crecimiento de los salarios se está frenando, de una tasa de 3.8 por ciento en 2007 a 1.8 en mayo de 2011.

Los datos y eventos respaldan la prognosis de Wallerstein: Yo veo guerras civiles en múltiples países del norte, sobre todo en Estados Unidos, donde la situación es mucho peor que en Europa occidental, aunque allá también hay posibilidades de guerra porque hay un límite hasta el cual la gente ordinaria acepta la degradación de sus posibilidades.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Zona de riesgo
John Saxe-Fernández, la jornada, jueves 8 de septiembre de 2011.
A

umenta el peligro de unacople depresivo global, y con ello de más agravamientos económico-militares de potencialidad devastadora. Los síntomas, aunque iniciales, van desde el impacto político-financiero de un festín plutocrático por ¡16 billones de dólares!, una macro-estafa develada en la primera auditoría jamás realizada a la Reserva Federal (Fed), hasta el freno en la recuperación de Estados Unidos, la agudización de la crisis deudora europea e inadmisibles agresiones a trabajadores, estudiantes, campesinos y clase media, por medio de la mayor austeridad fiscal desde la Segunda Guerra Mundial, ¡junto a la mayor derrama y mimo a los altos círculos bancario-financieros registrada en la historia moderna!

Los préstamos secretos de la Reserva Federal (ver A. Borón, alainet.org), entidad semi privada fundada en 1913 que funge como banco central, a favor de grandes corporativos financieros de Estados Unidos, Europa y Asia ¿son legales? ¿contaron con autorización legislativa y del Ejecutivo? ¿Cuáles fueron los criterios de selección de los afortunados, en lo que a todas luces es la mayor expresión, hasta ahora, de la guerra global de clases desatada por la plutocracia? Indigna la opacidad, el silencio cómplice de los medios y la impunidad de amiguetes. La codicia y el hambre se desbordan. La paz social y la economía se desploman: no repuntan ni con los amañados rescates oficiales ni con los 16 billones de la Reserva Federal.

El deterioro económico-social y moral que acompaña al manejo clasista de la crisis en Estados Unidos y Europa, además de agudo, se internacionaliza y retroalimenta: hace poco Nouriel Roubini dijo a Bloomberg que en 2012 la probabilidad de recesión en Estados Unidos es de 60 por ciento y que mucha de la munición para enfrentarla ya se había usado, lo que también acotó Christine Lagarde del Fondo Monetario Internacional, mientras aumenta la explosividad social.

La crisis, que se extiende a Grecia, Irlanda, España, Portugal, Italia, indica que la eurozona muestra síntomas que van desde la desaceleración hasta la posibilidad de caer en aguda recesión. Diferente a lo ocurrido hasta ahora, la situación es delicada al deslizarse las economías hacia una zona desincronización del estupor deflacionario: Roubini notó que en China la inversión fija equivale a 50 por ciento del PNB y que la burbuja de la sobreinversión va hacia un aterrizaje turbulento en 2013, pudiendo darse un default en 30 por ciento de los varios billones de yuanes invertidos por los bancos chinos, que caerían bajo gran presión, con impacto regional y mundial.

Una recesión en Estados Unidos, Europa y un freno en Asia colapsarían el volatil mercado de commodities, al que son tan adictas las economías latinoamericanas, incluyendo Brasil, México, Argentina, cuyas clases dirigentes, además de su atávico rentismo, especulación e inclinación por caer en la trampa de la liquidez, son influidas por el Fondo Monetario Internacional-Banco Mundial-Banco Interamericano de Desarrollo a favor de la reprimarización, ahora acompañada de una fuerte oleada de rechazo popular por toda la región ante su alto costo humano, ambiental y cultural.

En Australia, voceros del alto empresariado advierten desde el Misch Global Economic Trend Analysis sobre la gran debilidad en las ventas, más desempleo, cierres de pequeñas y medianas empresas, fuertes golpes al turismo e inusitada deflación de precios, algo observado por Bloomberg en Inglaterra donde, como en Estados Unidos, cae el valor de las casas, indicio clave de que la recuperación se frena y se debilita la demanda.

Canadá ya presentó los primeros signos de recesión desde febrero de 2009. Benjamin Tal, de CIBC, y Paul Ferley, del Royal Bank de Canadá, ven una debilidad un poco mayor a la esperada por el efecto en el sector exportador de la débil economía de Estados Unidos, que también alcanza a su contraparte mexicana.

Ante la desaceleración, desempleo crónico y escándalos bancarios, aún Lagarde y Robert Zoellick, del Banco Mundial, que en medio del grotesco festín plutocrático de la Fed siguen recetando brutal austeridad y despojo a los pueblos, advierten del desliz hacia una nueva zona de peligro.